jueves, 24 de abril de 2014

Luna de Sangre en el Pico Humboldt Semana Santa 2014

Contemplando la Laguna Verde y el Pico Humboldt (4940msnm)
Como parte de nuestra preparación para venideros retos en la Alta Montaña, esta Semana Santa un equipo del Velociraptor's Climbing Club y miembros activos del Centro Excursionista Universitario (CEU-UCV) ascendimos la segunda cumbre más alta de Venezuela, el Pico Humboldt (4940msnm). El equipo estuvo conformado por Hungria Salgado, Iván Marcano y mi persona. En esta oportunidad escogimos la ruta de la Cascada con una variante por la cara Noroeste del glaciar buscando un terreno más técnico y desafiante para foguearnos en el asunto de las progresiones en hielo. Logramos la cumbre con un sabor amargo al ver las terribles condiciones en que se encontraba el glaciar, materializando un terrible presagio de su pronta desaparición.

Campamento en La Mucuy.
Atardecer bajo la sombra
de Pinos Caribes
Salimos el jueves 10 de abril a las 10:00 pm desde Caracas en un Buscama (bastante frío) hacia la ciudad de Barinas. El viaje no tuvo ningún tipo de contratiempos y logramos llegar a eso de las 5:00 am del 11 de abril. Desde allí tomamos un taxi hasta el terminal donde tomamos uno de los colectivos que se dirigen a la Ciudad de Mérida pero con la condición de que el chófer nos dejara en el pueblo de Tabay. Llegamos a Tabay como a las 10:00am. En realidad el viaje pudo ser más corto pero debe tomarse en cuenta que hicimos una para de una hora desayunar en Mucuchaché. En Tabay fuimos para la casa de nuestro amigo Luis Avilés donde fuimos recibidos por su amable esposa. Allí dejamos algunas cosas que no necesitaríamos para la montaña (v.g. blue jeans, zapatos, tablet, etc.) y comimos un delicioso almuerzo con las mejores tajadas del mundo. Finalmente partimos para la Mucuy en una de las unidades de la línea de jeep que trabaja en la zona, nos cobraron 15 BsF por persona. Terminamos llegando a la Zona Recreacional de la Mucuy (2700msnm) a eso de las 3 o 4 de la tarde. Nos registramos con el Guardaparques, donde hay que pagar 10 BsF por persona por noche de acampada y por supuesto, dejamos una calcomanía del CEU en el Puesto del Guardaparques. Esa noche acampamos en la zona de campamentos cercana y cenamos unas buenas arepas de maíz amarillo.

 Iván y yo, pasando La Quebrada El Oso
A la mañana siguiente nos paramos con toda la calma del mundo pues disponíamos de todo el día para caminar hasta la Laguna de La Coromoto (3280msnm). Luego de desayunar unas buenas cachapas, partimos a eso de las 10:00am hacia nuestro destino. Nos sorprendimos de que luego de pasar como tres curvas del zigzagueante camino, nos encontraramos con un grupo de Maracuchos que habíamos conocido la noche anterior y que habían salido una hora antes que nosotros. Estaban super cansados y apenas era el principio del camino. Iban muy mal equipados y por lo visto muy mal entrenados, esa fue la última vez que los vimos, asumimos que se habrían regresado. El resto del camino fue bastante llevadero a excepción de la cantidad de árboles caídos que tuvimos que sortear a lo largo del camino. Urge una limpieza por parte de las autoridades o grupos voluntarios. Los dos pasos de quebrada fueron sencillos pues ambas evidenciaban un caudal bajo por la intensa sequía.

Llegando a la Coromoto (3280msnm).
 Hungria y Photobomb!
Más adelante nos cruzamos con un numeroso grupo de niños y jóvenes tachirenses con quienes compartimos el resto del camino e incluso nos perdimos en un pequeño tramo antes de llegar al Pozo de los Duendes. Llegamos a la Laguna La Coromoto (3280msnm) a las 4 de la tarde aproximadamente y puesto que la laguna estaba bastante seca decidimos acampar en una de las bahías que se habían formado en su orillas. Mejor sitio imposible en magnífico lugar. Cenamos unas deliciosas milanesas de pollo empanizadas con puré y a dormir.

Campamento en la Coromoto (3280msnm). Este campamento sólo es posible
en épocas de sequía.
A la mañana siguiente decidimos salir un poco más temprano para llegar super temprano a la Verde (3900msnm), así que salimos a las 9:30am (-.-). Subiendo en la primera morrena nos encontramos con los panas Fernando y José, del Táchira y Maracay respectivamente; ellos nos acompañarían por el resto del camino hasta la Verde. Fue en ese lugar donde también divisamos por primera vez el glaciar y observamos unas extrañas manchas enormes que podrían ser hielo negro de mala calidad o grietas. Todo el camino discurrió sin problemas y con un excelente clima. Atravesamos los puntos más emblemáticos de este trekking sin ningún problema: Puente Quemado, El Escalón Araujo, La Morrena, El Lomo de la Ballena y la La Tapa. Llegamos a la Laguna Verde (3900msnm) a eso de las 4 de la tarde. Allí nos encontramos con Eduardo y Andrea, de Caracas, guiados por Enrique desde Gavidia. Eduardo es escalador y casualmente trajo unos zapatos de escalada , así que Hungria no perdió la oportunidad de sacar algunos bloques en las grandes rocas cercanas a la Laguna. Esa noche, luego de una reconfortante sopa Magi, cenamos cuscus sazonado con finas hierbas y vegetales deshidratados. Más tarde vimos un rato las estrellas y el espectacular "amanecer" de la luna. Enrique tenía una aplicación brutal en el Iphone que identificaba las constelaciones y los planteas visibles en ese momento. Logramos ver Júpiter con unos binoculares, Marte parecía Venus de lo grande que estaba. A pesar de que tendríamos el día siguiente libre decidimos acostarnos temprano.

Iván abría el camino a buen paso
En La Tapa de la Laguna Verde. De izq. a der. Jose, Luis,
Ivan, Fernando y Hungria

El Campamento en la Laguna Verde (3900msnm)

A la mañana siguiente Ivan amaneció completamente afónico por un cuadro de tos y flema que había presentado en días anteriores. Estábamos bastante preocupados y atentos ante su situación aunque no parecía ser el cuadro completo de algún principio de enfermedad de montaña pues no habían síntomas adicionales como dificultad respiratoria, dolor de cabeza, mareos, debilidad o náuseas. Lo mantendríamos bajo observación durante todo el día de descanso. Por alguna razón esa noche fue un poco accidentada para todos. Hungria apenas pudo dormir y yo tampoco tuve un sueño continuo, desperté como a las 4 de la mañana por un intenso dolor muscular generalizado causado por el esfuerzo realizado en los dos días anteriores. El hecho es que a la mañana siguiente nos levantamos poco descansados y los efectos de la altura se hacían presentes.

Hungria tripeando en la Tapa de La Verde el día de descanso.

Ese día nos encontrábamos indecisos en si caminaríamos hacia el paso Txomajoma o hacia la Ventana de la Verde. Finalmente nos decantamos por la Ventana pues ofrecía un espectáculo paisajístico mucho más interesante. Salimos para la ventana a eso de las 10:00am. En el camino nos detuvimos a disfrutar un rato de la Laguna Verde desde la Tapa. El camino sube por la inmensa viga de piedras del lado Este de la Laguna, el sendero es poco visible y está marcado sólo por algunos mojones poco visibles. Trepamos por el largo camino donde pudimos ver grandiosas formaciones rocosas, el valle de la Mucuy en toda su extensión, la Laguna de la Coromoto e incluso una pequeña laguna que se logró colar entre las grandes rocas. Finalmente llegamos a la ventana atravesando el páramo sin ningún tipo de sendero como a eso de las 2:00pm. Efectivamente la vista era espectacular. Podía divisarse el Valle Los Molinos con la La Laguna de Los Aposentos cayendo directamente sobre los Aranguren y al fondo se divisaba la Fila del Diablo que formaba una gran frontera imaginaria con las sabanas de Barinas. La bajada fue un poco accidentada. Nos perdimos. El clima se puso muy nublado y era imposible tomar referencias para orientarnos, dependíamos de nuestro instinto y de la orientación somera. Hicimos un desvío muy grande hacia el sur y luego tuvimos que destrepar por algunas rocas y atravesar campos de arbustos y matas intrincadas. Finalmente logramos bajar y llegamos al campamento 2 horas después.
Impresionante vista desde el Lomo de Piedras

De espaldas a la Laguna Verde

Vista desde la Ventana de la Verde hacia El Valle Los Molinos.
Abajo a la derecha la Laguna los Aposentos.

Inmediatamente en el campamento nos dispusimos a cocinar y a arreglar todas nuestras cosas pues el ascenso a la cumbre nos esperaba a la mañana siguiente. Esa noche cenamos pasta a la Putanesca y nos acostamos como a las 8:00pm pues nos íbamos a levantar a las 2:00am para iniciar el ataque a la cumbre. Decidimos salir una hora más temprano de lo normal pues teníamos como plan coronar la cumbre del Bonpland (4883msnm)

Vista espectacular del ascenso. Al fondo se la Sierra de Santo Domingo
y el macizo del Pico Mucuñuque (4760msnm)
La madrugada previa a la cumbre nos deparaba una sorpresa. Apenas salimos de nuestra carpa, a las 2:00am vimos con asombro que el famoso eclipse total de Luna estaba comenzando. Que grata sorpresa! Íbamos a comenzar nuestro ascenso con una Luna roja y justo a un lado la constelación de Escorpio como buscando atenazarla con sus pinzas estelares. Fue algo que nos llenó de entusiasmo y rápidamente desayunamos y nos vestimos para comenzar a caminar a eso de las 3:00am. Incluso Ivan amaneció mucho mejor en esta oportunidad y el condiciones climáticas seguía estables y adecuadas, así que todo se fue conjugando para que pudiésemos subir al Humboldt.

Ya en el glaciar
Subimos por La Cascada, ruta normal de hoy en día. La subida es fuerte sobre todo cuando se tiene que atravesar el arenal que para nuestra mala fortuna se encontraba bastante desmoronado y suelto. Al llegar a la altura del Pico Sucre (4800msnm), nos desviamos hacia el Este para entrompar al glaciar por abajo. La idea era hacer una travesía por la parte inferior del glaciar hasta encontrar una ruta que se alejara de las grietas y el hielo malo o sospechoso que habíamos divisado en días anteriores. Llegando al glaciar vimos varias quebradas que bajaban del mismo e incluso una pequeña laguna que se había formado en una cuenca rocosa. Los deterioros del glaciar se hacían más evidentes. Sin embargo, rápidamente encontramos una buena lengua del glaciar y una posible ruta por la Noreste que sorteaba todas las grietas y manchas extrañas en el hielo. A las 7:30am nos pusimos los crampones y a encordarse. Iván abría la ruta, hungria iba en el medio y yo iba cerrando. El pegue fue super intenso. Duró aproximadamente una hora pero les aseguro que ha sido lo más intenso que yo hay hecho en la montaña. Sentía que las canillas se iban a reventar. Dábamos cinco pasos y debíamos pararnos a "descansar", lo cual era muy complicado por la pendiente de la ruta. La hora pasó volando. Fue como un sueño, por un lado estaba la verde, hacia el frente se veía el pico y la extraordinaria Torre del Cóndor, del lado derecho veíamos el glaciar como un enorme desierto blanco, que afortunadamente, nos brindó un excelente hielo en toda la ruta.
Campo de grietas que debíamos atravesar para acceder a la cumbre

Finalizado el pegue en la cima del glaciar vimos con horror el deterioro del lado suroeste del mismo. Completamente agrietado el sector de Hielitos que da hacia el Suero e incluso arriba en la barriga estaba lleno de grietas y manchas marrones. Para poder salir del glaciar tuvimos que pasar con cuidado sobre algunos puentes de hielo que cubrían unas grietas de entre uno y dos metros de profundidad, afortunadamente soportó nuestro peso. Fuera los crampones, comenzaba el pegue en la roca, el último ascenso hacia la cumbre. Luego de sortear algunos pasos delicados donde Hungria tuvo algo de problemas logramos llegar a la cumbre a las 11:00am. CUMBRE! Finalmente habíamos llegado. Lamentablemente se encontraba todo nublado. Allí hicimos nuestro pequeño almuerzo. Descansamos y comenzamos a bajar como a las 11:30am. De bajada y a pesar de que se encontraba nublado, el glaciar estaba hecho un merengue, pasamos con mucha cautela por la barriga hasta la ruta convencional de la cascada. Nos llamó la atención de que el glaciar había retrocedido aproximadamente unos cinco o seis metros desde Enero, la última vez que habíamos ido. Debido a la hora y a las condiciones del clima decidimos que el Bonpland quedaría para otra ocasión. La neblina complicó un poco la bajada. No conseguimos el camino sino ya después de haber bajado bastante por gradas de piedras y morrenas, una vez encontrado el camino pudimos bajar más rápido.
Cumbre!

Llegamos abajo como a las 3:30pm. En la entrada de la cascada conocimos a Gabriel, miembro de un grupo de rescate de Timotes y que habían acampado en el glaciar la noche anterior. Habíamos confundido su carpa con la de nuestro amigo Anibal que nos había comentado que iba a estar por allí en esos días con la gente de Tascupis: Luis Sánchez y Luis David Mendez. Luego descubrimos que sí habían llegado y estaban haciendo vivac en una de las cuevitas que hay por la Verde. Nos encontramos y el saludo no fue menos entusiasta. Lamentablemente no pudimos conversar mucho por el cansancio que arrastrábamos del ataque a la cumbre y para completar cayó un palo de agua monumental apenas llegamos al campamento.

A la mañana siguiente nos paramos bien temprano para comenzar nuestra bajada hasta Tabay. Lo que habíamos subido en dos días lo íbamos a bajar en uno. Como siempre, todo sale distinto a como se planea y empezamos a bajar a las 10:00am. Bajamos por todo el camino con lluvia. Al menos en la parte de Lomo de Ballena estuvimos con una lluvia suave pero persistente casi hasta llegar a la Morrena. La lluvia paró y seguimos nuestro camino hacia la Coromoto, donde vimos cómo el camino y el sitio donde habíamos acampado se encontraba completamente inundado. Luego de pasar la Laguna Coromoto y adentrarnos en el bosque nublado, nos cayó uno de los palo de agua más fuertes que yo recuerde en mi vida. Era similar a meterse en una ducha, fue agua, agua, agua y agua por todo el camino hasta llegar a la Mucuy. Esto no nos detuvo, por el contrario la lluvia nos dio como un pequeño impulso y empezamos a bajar más rápido, conscientes de que sinos deteníamos completamente empapados como estábamos corríamos el riesgo de entrar en hipotermia. Finalmente logramos llegar a la Mucuy a eso de las 6:00pm. La alegría fue inmensa. La verdadera cumbre es cuando llegas a la civilización sano y salvo.

Finalmente tomamos un jeep para Tabay, logramos llegar a una posada donde pudimos quitarnos la ropa mojada y luego degustamos unas merecidas pizzas (las birras quedaron pendientes por la ley seca de Semana Santa). A la mañana siguiente tomamos un taxi desde Mérida hasta el Vígia donde tomamos un vuelo hasta Maiquetía. Fin del viaje.

FOTOS: Hungria Salgado

1 comentario:

  1. EN LA JUVENTUD QUEDAN MUCHOS RECUERDOS BONITOS Y ESE SERA UNO QUE JAMAS OLVIDARAN.. FELICITACIONES
    , SALUDOS Y MUCHA SUERTE EN SUS VIAJES...

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