Camino a la Laguna Negra, cerca de la Laguna de Mucubají. PN Sierra Nevada. Mérida. Venezuela |
- Contacto con la naturaleza: el montañismo entra de las
denominadas actividades “outdoors” o lejos de la civilización. Es una
actividad que permite una comunión con la naturaleza a veces primitiva y virgen. Experimentar la naturaleza sin duda que permite
esclarecer el alma y los sentidos contaminados por la ajetreada sociedad.
- Superación personal: el montañismo se trata muchas veces de
superarnos, de ir más allá, de explorar los límites de nuestras capacidades.
Subir una montaña puede representar un gran reto personal. Una vez que lo
logramos sentimos una gran sensación de bienestar y autorrealización.
Estas experiencias, que ponen a prueba nuestro límite son únicas e
irrepetibles; muchas de ellas nos marcarán y definirán como personas.
- Deporte:
la actividad física está inherentemente relacionada con el montañismo. Es
necesaria una preparación de atleta para poder afrontar los retos del
deporte de manera eficaz y segura. No hace falta decir todos los
beneficios para la salud que conllevan la práctica de un deporte.
- Exploración y aventura: somos curiosos por naturaleza. Queremos
ver qué hay más allá. Ir donde nadie haya llegado. Aventurarnos a lo
desconocido, a veces sin tener una clara certeza de lo que nos deparará el porvenir.
- Compañerismo y amistades: la camaradería que se vive en las
expediciones y excursiones son algo que sólo el montañismo puede lograr.
Se conjugan personas de todas las tendencias, procedencias, género, raza, credo en pos
de un fin común. Muchas veces las actividades que realizamos requieren que
literalmente pongamos nuestra vida en las manos de nuestro compañero, hasta ese punto y más allá llega nuestro compromiso con el otro.
- Oficio: ya sea porque seamos residentes de las montañas o porque hacemos de este actividad nuestra profresión, las grandes riquezas naturales que pueden ofrecer estos ambientes han llevado a que el hombre se establezca en sus faldas y realice una explotación económica de la misma.
Estas seis razones podrían definir en su mayoría la motivación para
visitar las montañas. Sin embargo, la respuesta a la pregunta del por qué
hacemos montaña reside en nosotros mismos y sin duda estará condicionada por
nuestras experiencias de vida en estos parajes.
¿Y tú? ¿Por qué practicas (o quisieras practicar) el Montañismo?
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